Síntomas y daños
Los daños más graves se observan en época de floración, siendo especialmente más intensos en variedades o especies de floración más escalonada. Los daños son producidos exclusivamente por las orugas, ya que los adultos se alimentan de néctar y otras sustancias azucaradas. La orugas una vez dentro de la flor, se alimentan de las anteras y del pistilo, efectivamente reduciendo la producción de los especímenes afectados. Es habitual ver las flores afectadas cercanas entre ellas, ya que la oruga las une con hilos de seda, dentro de los cuales hay pétalos secos y excrementos.
En hojas, la larva también se puede alimentar de la epidermis formando galerías. En ocasiones la larva también puede producir daños en todo tipo de cítricos en los injertos, al penetrar debajo del escudo injertado y alimentarse del cambium, secando al injerto. Una vez realizado el daño la larva abandona el lugar para pupar en el suelo o cercano a la yema dañada.