¿Qué es la protección biológica de los cultivos?
La protección biológica de los cultivos, a menudo denominada biocontrol, es un enfoque natural y sostenible para la gestión de plagas y enfermedades en la agricultura. En lugar de recurrir a productos químicos sintéticos, se utilizan organismos beneficiosos como insectos depredadores, avispas parásitas, ácaros depredadores, nematodos y microorganismos para controlar plagas y enfermedades. A diferencia de los pesticidas químicos convencionales, que pueden tener efectos negativos en el medio ambiente y en los organismos a los que no van dirigidos, la protección biológica de los cultivos es ecológica y sostenible, y garantiza la salud de los cultivos sin comprometer el medio ambiente.
Ventajas de la protección biológica de los cultivos
Fáciles de usar e integrar
Los agentes de biocontrol pueden integrarse en las prácticas agrícolas existentes y complementar otros enfoques sostenibles, como la agricultura ecológica y la gestión integrada de plagas (GIP). La protección biológica de los cultivos no suele requerir ningún equipo de aplicación específico; por ejemplo, los nematodos beneficiosos pueden mezclarse en tanque con otras soluciones de protección de cultivos.
Sin residuos químicos
Los productos biológicos no dejan residuos en los cultivos. Esto mejora la seguridad alimentaria y evita el riesgo de residuos de pesticidas en la cadena alimentaria, respondiendo así a las preocupaciones de los consumidores sobre la exposición a productos químicos. En consecuencia, la adopción de prácticas biológicas de protección de cultivos le permite cumplir los requisitos cada vez más estrictos establecidos por la venta al por menor, incluidos los supermercados, garantizando que sus productos se ajustan a sus normas de calidad y seguridad.
Sin plazo de seguridad
La mayoría de los productos fitosanitarios biológicos no requieren un intervalo de seguridad previo a la recolección debido a su seguridad inherente. Nuestras soluciones biológicas no plantean riesgos para la salud humana ni para el medio ambiente.
No generan resistencias en plagas ni enfermedades
Los agentes de control biológico, como los insectos beneficiosos, los ácaros y los nematodos, proporcionan soluciones duraderas para la gestión de plagas. Las plagas no desarrollan resistencias a los enemigos naturales, algo que sí ocurre con los pesticidas químicos.