Deltatrap
Aspectos generales
Prays citri es un micro-lepidóptero que daña las flores de los cítricos, aunque también puede dañar brotes y pequeños frutos. Afecta principalmente al limonero, para la cual es la plaga más perjudicial, pero también afecta a las plantaciones de mandarina, naranja, lima y pomelo entre otros. Se le conoce por varios nombres, entre ellos, Prays del limonero, polilla del limonero o polilla de los cítricos.
Ciclo de vida y aspecto de Prays citri
El adulto tiene entre 10-12 mm de envergadura y tiene el cuerpo de color gris pardo. Las alas anteriores tienen diversas manchas oscuras irregularmente distribuidas. Las alas posteriores son de color más uniforme, bordeadas con largos flecos. Los adultos vuelan por la noche y hacen la puesta, con preferencia, sobre los pétalos aun cerrados. La oruga, de color blanquecina o verdosa, al emerger, se introduce directamente al interior de la flor para alimentarse de ella. Pupa normalmente dentro de la flor. En la región mediterránea, todas las fases de este insecto se pueden encontrar a lo largo del año. El número anual de generaciones puede variar de 3 a 16 generaciones dependiendo de las condiciones climáticas.
Síntomas y daños
Los daños más graves se observan en época de floración, siendo especialmente más intensos en variedades o especies de floración más escalonada. Los daños son producidos exclusivamente por las orugas, ya que los adultos se alimentan de néctar y otras sustancias azucaradas. La orugas una vez dentro de la flor, se alimentan de las anteras y del pistilo, efectivamente reduciendo la producción de los especímenes afectados. Es habitual ver las flores afectadas cercanas entre ellas, ya que la oruga las une con hilos de seda, dentro de los cuales hay pétalos secos y excrementos.
En hojas, la larva también se puede alimentar de la epidermis formando galerías. En ocasiones la larva también puede producir daños en todo tipo de cítricos en los injertos, al penetrar debajo del escudo injertado y alimentarse del cambium, secando al injerto. Una vez realizado el daño la larva abandona el lugar para pupar en el suelo o cercano a la yema dañada.