Aspectos generales
El escarabajo japonés, Popillia japonica, es originario del noroeste de Asia. Se observó por primera vez en los Estados Unidos hace más de cien años. Aunque en Japón no es una plaga, las amplias extensiones de césped y la falta de enemigos naturales facilitó su rápido aumento y distribución gradual a todos los Estados Unidos. En Europa, Popillia japonica se observó por primera vez en el norte de Italia en el 2014 donde se tomaron medidas de control oficial para prevenir su propagación. El escarabajo japonés se ha incluido en la lista A2 de la Organización Europea y Mediterránea de Protección de las Plantas (EPPO). Para prevenir una mayor propagación en Europa, las observaciones fuera de la zona conocida en Italia se deben comunicar a las autoridades nacionales responsables de la protección de plantas.
Ciclo de vida y aspecto del escarabajo japonés
Los huevos recién puestos del escarabajo japonés miden alrededor de 1,5 mm de largo, tienen un color blanco perla y una forma ovalada. Absorben agua del suelo, debido a lo cual adquieren una forma esférica y duplican prácticamente su tamaño en una semana. En los huevos que están a punto de eclosionar se puede ver el embrión en desarrollo.
Las larvas de Popillia japonica son gusanos de escarabajo típicos. Su cabeza es de color marrón amarillento con mandíbulas fuertes y de color oscuro. Los gusanos suelen colocarse en una característica forma de C en el suelo.
Los gusanos que acaban de emergen miden alrededor de 1,5 mm de largo y son de color blanco traslúcido. Existen tres estadios. El primer y el segundo estadio larval alcanzan una longitud de aproximadamente 11 y 19 mm, respectivamente, mientras que el tercer estadio maduro alcanza una media de 32 mm.
Los gusanos maduros dejan de comer y se convierten en prepupas pálidas y algo encogidas. La transformación de prepupa a pupa tiene lugar en una celda de tierra formada por la larva madura. La pupa, que mide aproximadamente 14 mm de largo y 7 mm de ancho, se parece al escarabajo adulto, excepto que las alas y otros apéndices están doblados contra el cuerpo. Su color primero es crema claro, oscureciéndose gradualmente hasta llegar al verde metálico del adulto.
El adulto es un escarabajo principalmente oval y atractivo de 8-11 de largo y unos 5-7 mm de ancho. Las hembras suelen ser algo más grandes que los machos. El cuerpo y la cabeza son de color verde metálico oscuro con patas de color verde cobrizo más oscuro.
Las larvas (normalmente las del tercer estadio) hibernan en el suelo en una celda de tierra a unos 15-20 cm de profundidad. A principios de la primavera, al aumentar la temperatura del suelo, los gusanos se acercan a la superficie y empiezan a alimentarse de las raíces de las plantas a unos 2,5 cm-5 cm de profundidad. La pupación suele tener lugar tras alimentarse durante 4-6 semanas y los adultos emergen de mediados de mayo a mediados de junio, dependiendo de la latitud.
El apareamiento tiene lugar poco después de emerger y la puesta de huevos se produce poco después. La vida media de la hembra es 30-45 días durante los cuales puede poner 40-60 huevos. Los huevos emergen en unas 2 semanas y las larvas jóvenes empiezan a alimentarse de raíces finas y materia orgánica. Mudan y se convierten en larvas de segundo estadio tras 2-3 semanas y de tercer estadio tras otras 3-4 semanas. Se alimentan hasta finales de otoño cuando los gusanos se desplazan a una zona más profunda a consecuencia del descenso de las temperaturas del suelo.
Síntomas y daños
Las hojas esqueletizadas son el síntoma más común de la presencia de adultos comiendo. Los escarabajos suelen alimentarse del haz de las hojas, masticando el tejido intervenal y dejando un esqueleto parecido a encaje. Las hojas muy dañadas se vuelven marrones rápidamente y se caen. Los adultos son gregarios, suelen empezar a alimentarse del follaje en la parte superior de la planta e ir descendiendo progresivamente.
Las larvas suelen ser más abundantes en céspedes bien cuidados y en campos de golf y menos en pastos. El gusano se alimenta justo debajo de la superficie, corta las raíces de la hierba y las consume. Entre los síntomas tempranos se incluyen el debilitamiento, amarilleo y marchitamiento del césped, culminando en grandes áreas de hierba marchita y muerta que aparecen a finales de verano o principios de otoño. Los daños secundarios de los mamíferos y pájaros que buscan gusanos puede provocar más daños en el césped que los propios gusanos. Al comer sus raíces, las larvas disminuyen la vitalidad y cosecha de los cultivos de maíz, judías, tomates, fresas, plántulas de vivero u otros y a veces llega a matar las plantas.