Categoría: Noticias
Fecha de publicación: septembre 08, 2016

La cría de enemigos naturales en el invernadero es esencial para el control biológico del pulgón

El pulgón es una de las plagas secundarias que mayor preocupación ocasiona en la agricultura almeriense de invernadero. Con la llegada del otoño, la presencia de áfidos (pulgones) suele experimentar un repunte, por lo que es imprescindible contar con una buena estrategia de control previamente planificada. Si se quieren obtener buenos resultados, la improvisación y las prisas serán siempre las peores aliadas a la hora de organizar el manejo integrado de esta plaga que puede ocasionar daños directos e indirectos en la mayoría de los cultivos bajo plástico. Una población excesiva de pulgón en el invernadero tendrá consecuencias nefastas, ya que reducirá la productividad del cultivo a consecuencia de que la picadura directa del pulgón en la planta altera el crecimiento vegetativo, que puede llegar a detenerse por completo. Además, el pulgón puede ser agente transmisor de casi 120 tipos diferentes de virus fitopatógenos. De forma indirecta, el pulgón puede afectar al cultivo reduciendo la fotosíntesis al alimentarse de gran cantidad de savia, y generar negrilla sobre toda la planta y los frutos.

Para el control biológico del pulgón, la experiencia de Koppert ha demostrado la eficacia del uso combinado de Bánker plant y siembras de cereal (plantas refugio) para mantener a raya las plagas de áfidos. En realidad, la estrategia de Koppert se centra en dotar al invernadero con recursos naturales que permitan criar en el interior de la finca a los enemigos naturales del pulgón, mediante la generación de un ecosistema a medida. En este sentido, tanto las Bánker plant como las líneas de cereal son aliados naturales que permiten compatibilizar el manejo integrado de la plaga del pulgón con los protocolos de calidad en producción integrada y en producción ecológica.

Bánker plant

En cuanto a las Bánker plant, Koppert ofrece una doble opción, en función de las necesidades de cada finca. Aphibank® se recomienda para el control de pulgones “pequeños”, del tipo Aphis y Mizus. Para pulgones grandes, del tipo Aulacorthum y Macrosiphum, se recomienda el uso de Ervibank®. Estas bánker plant son macetas de cereal que están infectadas inicialmente con más de 500 pulgones, que tienen la función de reclamo para garantizar siempre una presencia mínima de enemigos naturales.

Es importante seguir una serie de recomendaciones para que la estrategia combinada de Bánker plant y plantas refugio sea exitosa. Sin un correcto mantenimiento, las plantas refugio no desempeñarán su función correctamente. Es importante cuidar el riego, e incluso se recomienda tener una llave de riego aparte solo para ellas. Hay que evitar químicos aplicados directamente vía foliar o directamente sobre el cereal. Si el tratamiento es ineludible, es mejor proteger las plantas refugio con una manta térmica, un elemento que también nos resultará indispensable para proteger del frío a las líneas de cereal.

Para las plantas refugio, Koppert utiliza tres tipos de cereal (trigo, avena o cebada). Aunque la avena y la cebada son las que reúnen las mejores condiciones para el otoño-invierno, el trigo es la opción más segura para su uso dentro del invernadero, ya que requiere menos agua y es menos susceptible a hongos y enfermedades. Desde Koppert se recomienda que la siembra del cereal debe realizarse 2-3 semanas antes del trasplante, tan pronto como el invernadero esté preparado. Las líneas de la cubierta deben ir de un lado al otro del invernadero en paralelo a las líneas de cultivo. La superficie recomendada de siembra es de alrededor de 50 m²/ ha., aproximadamente 4 líneos/ha (de unos 30 m largo y 0,2 m de ancho cada líneo), aunque esto dependerá de la extensión del invernadero.

Sueltas de enemigos naturales

En su estrategia de control biológico de áfidos, Koppert dispone de hasta diez enemigos naturales, en función de la presión de la plaga y de las condiciones de cada finca. Aunque Aphidius colemani (Aphipar) es el más conocido, hay otras muchas referencias disponibles (Aphidalia®, Aphilin®, Aphidend®, Chrysopa® y Syrphidend®, entre otros).

Es recomendable hacer las sueltas después de la introducción del Bánker. Una semana después, para avispas parásitas y depredadores. No obstante, el momento óptimo para las sueltas dependerá del desarrollo de pulgón (época de verano o invierno). Se debe asegurar un número suficiente de pulgón para soportar la población de enemigos naturales, pero esto siempre se debe chequear antes de la primera suelta.

Los mejores resultados se obtienen si se concentran las sueltas en las líneas de plantas refugio (cereal). Las dosis nunca serán fijas, y en cada caso se ajustarán a las necesidades concretas con el asesoramiento personalizado que brindan los técnicos de Koppert.

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