La estrategia de control biológico logra incrementar el rendimiento porque actúa en la planta y en el suelo
Koppert está consiguiendo excelentes resultados en el control biológico de plagas y enfermedades en cultivos al aire libre como cebolla, puerro y ajo. Las principales áreas geográficas de actuación son las regiones de Castilla-León y Castilla-La Mancha, en el centro y norte del país, donde se encuentra la mayor superficie de cultivo de toda España de estos tres cultivos de gran importancia cuya producción se dirige tanto al mercado nacional como al mercado de exportación.
Las primeras experiencias comenzaron a desarrollarse hace cinco años y en todo este tiempo Koppert ha puesto a punto sus propios protocolos de actuación. Al principio, el departamento técnico de Koppert España detectó que la mayoría de los plaguicidas químicos utilizados en cebolla, puerro y ajo habían generado resistencias en las plagas. En consecuencia, los productores estaban sufriendo la pérdida generalizada de eficacia de muchos productos químicos y necesitaban otros medios más seguros y sostenibles para garantizar la protección vegetal en sus cultivos.
Los protocolos desarrollados por Koppert para estos tres cultivos destacan por incluir una combinación de macroorganismos y microorganismos beneficiosos que permiten el control de incidencias en la planta y también en el suelo. Sucede así en cebolla, un cultivo donde Koppert ha sido pionero en Europa con el uso de los setos vegetales con Lobularia maritima, con el objetivo de ofrecer a Orius laevigatus (un enemigo natural del Trips que Koppert comercializa con la marca Thripor-L®) un refugio natural y una fuente de alimentación cuando la planta de cebolla no tiene flores. La estrategia basada en el uso de Lobularia ha sido un éxito porque ha facilitado enormemente la instalación de Orius en los cultivos de cebolla y ha permitido controlar eficazmente la plaga de Trips. Koppert recomienda utilizar 2 individuos de Orius/m2 cuando la planta ha desarrollado las primeras 4-5 hojas, en torno al primer mes de crecimiento después de la fecha de siembra.
La estrategia en cebolla se ha completado con el uso de microorganismos beneficiosos para el control de larvas de Trips que emergen del suelo. Para ello, el nematodo entomopatógeno Steinernema feltiae (Capirel®) ha demostrado su gran eficacia y además ejerce una doble acción, ya que al mismo tiempo puede controlar eficazmente la plaga de la mosca de la cebolla (Delia antiqua). Koppert recomienda utilizar de una a dos cajas de 1.500 millones de individuos por hectárea, dependiendo de la intensidad de la plaga.
La experiencia de Koppert España con el control biológico en puerro se centra en los cultivos de puerro ecológico, donde las soluciones químicas ya no están disponibles. La combinación de Orius laevigatus (Thripor-L) con el nematodo beneficioso Steinernema feltiae (Capirel) ha funcionado muy bien en puerro, donde además se ha incorporado el uso de Nesidiocoris tenuis (Nesibug®) para controlar la plaga del psílido Tryoza spp.
Salud del suelo y de las raíces
El protocolo de control biológico de Koppert para cebolla, puerro y ajo también tiene en cuenta la salud del suelo y la protección de las raíces. Por eso, el biofungicida Trianum® (formulado con el hongo beneficioso Trichoderma harzianum T-22) adquiere especial importancia, ya que este biofungicida 100% natural crea un escudo de protección frente a enfermedades de suelo transmitidas por hongos.
El cuidado de la salud del suelo y el fortalecimiento de las raíces desde la fase previa a la siembra son factores clave a los que Koppert presta especial atención en el cultivo de ajo. El exclusivo protocolo de control biológico de Koppert para el cultivo de ajo comienza antes de la siembra con el aporte al suelo de materia orgánica de primera calidad, seguidamente se hace una primera aplicación del biofungicida Trianum. Antes de la siembra, Koppert también recomienda una aplicación de CeresMix® como protección frente a enfermedades fúngicas como Penicillium y Sclerotinia. CeresMix es un producto para el tratamiento de semillas o bulbos, que los acondiciona para evitar posibles problemas de germinación y potenciar las defensas contra los patógenos de suelo durante las tempranas fases de desarrollo de la planta.
Cuando la planta joven de ajo ya es visible, se recomienda una segunda aplicación de Trianum. Posteriormente, cuando la planta tiene una altura mínima de 10 centímetros, se recomiendan aplicaciones de Vidiparva y Veni Biosulfur como medida de protección frente a hongos aéreos, como Septoria tritici y Puccinia allii.
Los protocolos de Koppert para el control biológico en cebolla, puerro y ajo son pioneros en España y actualmente se han convertido en un modelo a seguir. De hecho, cada año Koppert implanta su protocolo en más hectáreas. El protocolo de trabajo desarrollado en España ya ha comenzado a aplicarse en otros países europeos.